Los pacientes con dependencia son
aquellos que no pueden llevar a cabo las actividades básicas de la vida diaria
como: comer, vestirse, asearse, movilizarse o utilizar el retrete, sin ayuda de
otra persona.
Por ende, no pueden realizar
actividades más complejas como el manejo de sus finanzas, realizar compras,
preparación de alimentos, traslados, cuidado de la casa, lavado de la ropa y/o
uso del teléfono.
Este tipo de pacientes necesitan ser asistidos las 24 horas, además de llevar
un control de su alimentación y enfermedades crónicas, por
lo que muchas veces el cuidador primario se ve rebasado o la dinámica familiar
no puede cubrir estas necesidades siendo entonces una opción el recurrir a un
asilo.
Así, queda claro que el asilo
representa una extensión de la casa, aunado a cuidados médicos, de enfermería
y gericultistas cuyo objetivo es brindar calidad de vida a la persona
enferma.