Si
en casa se cubren las necesidades básicas, se controlan y atienden con
prontitud las enfermedades y complicaciones, se realiza
terapia física y
ocupacional, se lleva un control nutricional, hay vigilancia las 24 horas,
se tienen
conocimientos de gericultista (movilización, vigilancia,
técnica para alimentar, etc.) o se contrata alguno, entonces lo mejor es que
permanezca en casa.
Pero
si la respuesta a estas determinantes es incierta, lo más recomendable es que
se valore el ingreso a un asilo para ancianos, ya sea residencia o
centro de día, según lo amerite y de acuerdo con sus capacidades.
En ASILO VILLA SAN AGUSTÍN trabajamos guiados bajo el modelo de
atención centralizada en la persona, en donde la residencia geriátrica
se debe adaptar a las necesidades del paciente y no viceversa.